Maurice Tillet nació en Francia en 1910. Ya pasada su adolescencia desarrolló la enfermedad conocida como acromegalia , que se caracteriza por la producción en exceso de hormona del crecimiento llevando a una desproporción en las extremidades y la cabeza. Además de las deformidades físicas que dan a quién las sufre una apariencia grotesca, la misma causa una muerte prematura y una vida de dolores físicos, al derivar en artritis, migrañas, hipertensión, diabetes y problemas cardiacos así como renales.
Repudiado por sus contemporáneos y objeto de burlas Tillet tuvo que abandonar su hogar natal y buscar una nueva vida en Estados Unidos donde consiguió establecerse como luchador profesional y, gracias a su físico, se hizo muy popular (aunque se dice que su verdadera vocación era la de actor). A pesar de su apariencia era un hombre muy inteligente que disfrutaba mucho jugando al ajedrez y llegó a hablar 14 idiomas. Tillet murió de una afección cardiaca en 1955, a los 51 años de edad.
Aunque DreamWorks nunca lo reconoció oficialmente, es sabido en la industria que cuando fue aceptado el cuento de William Steig como base del argumento, solo faltaba darle forma al ogro. Este debía ser “como un hombre común y corriente, solo que desproporcionado, de mirada cálida y sonrisa amigable”. DreamWorks encontraría estás características en un hombre, cuyo sueño en el pasado había sido ser actor, pero cuyas características físicas se lo impidieron.
Ole qué entrada más buena dedicada al señor Tillet.
ResponderEliminarPero a ver, ya sabía usted de la existencia de este señor? Es algo conocido que Sherk se inspiró de este hombre de sonrisa afable?
ResponderEliminarDreamworks adaptaba el cuento de William Steig. Le faltaba la imagen que debía ser la de un hombre normal pero muy desarrollado y de mirada dulce y amigable. Maurice Tillet debió ser famoso en su tiempo pues llegó a campeón nacional de wrestling (vamos lucha de esa que ahora ponen en la cuatro después de humor amarillo ) con el sobrenombre de "el ángel francés". En su lecho de muerte un amigo luchador le pidió hacer un molde de yeso de su cara. Aceptó. Hay tres copias una de ellas en el York Barbell Museum ,otra en el Museo Internacional de Lucha Libre de Iowa. La historia de la tercera es tan preciosa que si tengo tiempo se la cuento esta noche o mañana. ¿Era o no hermoso este hombre?)
ResponderEliminarA mí me parece bien hermoso, sí.
ResponderEliminarSerá que tengo la mirada sucia, pero las fotos algo subidas de tono para la época anuncian una vida de monstruo de fería.
ResponderEliminarMás que hermoso era dulce, hermoso es que alguien pueda acordarse de la historia de tu tercera máscara.