En la especie humana, dentro del grupo de los anormales, existen los individuos que están preparados para reaccionar adecuadamente ante situaciones catastróficas o excepcionales y facilitar la supervivencia de la especie. Son los que, ante situaciones de extrema crisis guían a los otros hacía una posible salida (los líderes) o se sacrifican para la perduración del grupo (los héroes). Los extravagantes, tienen la potencialidad de saber qué hacer en las catástrofes, mientras el grueso de las personas queda paralizadas o reaccionan inadecuadamente
El extravagante responde a un mandato de la especie. Es un soldado Para ello tiene atributos que lo distinguen del común. Tiene una potencialidad distinta. Y tiene, en consecuencia, necesidades especiales. Esta potencialidad distinta, estas necesidades especiales que encuentran su satisfacción en tiempos de crisis, donde la potencia se descarga en la acción adecuada, es ajustada al grupo y, por lo general, socialmente aceptada.
¿Pero qué ocurre cuando el extravagante siente esa necesidad especial en períodos normales y de estabilidad. Se siente llamado a algo que no encuentra en el medio normal.. El extravagante necesita descargar esa potencialidad y para ello recrea un escenario, un “como sí”, una situación especial en un medio normal. Así puede “fabricar” un medio catastrófico (un atentado), generar una situación de crisis (una revolución, una revuelta en una fábrica), crear un clima tiránico en una familia…
Además de las ya mencionadas hay otras funciones en las cuales los rasgos que caracterizan al extravagante, los anteriormente llamados rasgos psicopáticos, cumplen una tarea socialmente aceptable. Por ejemplo los rasgos de asumir riesgos y potencialidad homicidas son muy apreciados en las fuerzas de seguridad sobre todo aquellas que están destinadas a confrontar con asesinos urbanos o profesionales. Un poeta moriría en el primer enfrentamiento. Estos mismos rasgos son apreciados en los cirujanos (quitaré, para mi propia tranquilidad ante una posible operación, la potencialidad homicida en estos colegas).
El extravagante responde a un mandato de la especie. Es un soldado Para ello tiene atributos que lo distinguen del común. Tiene una potencialidad distinta. Y tiene, en consecuencia, necesidades especiales. Esta potencialidad distinta, estas necesidades especiales que encuentran su satisfacción en tiempos de crisis, donde la potencia se descarga en la acción adecuada, es ajustada al grupo y, por lo general, socialmente aceptada.
¿Pero qué ocurre cuando el extravagante siente esa necesidad especial en períodos normales y de estabilidad. Se siente llamado a algo que no encuentra en el medio normal.. El extravagante necesita descargar esa potencialidad y para ello recrea un escenario, un “como sí”, una situación especial en un medio normal. Así puede “fabricar” un medio catastrófico (un atentado), generar una situación de crisis (una revolución, una revuelta en una fábrica), crear un clima tiránico en una familia…
Además de las ya mencionadas hay otras funciones en las cuales los rasgos que caracterizan al extravagante, los anteriormente llamados rasgos psicopáticos, cumplen una tarea socialmente aceptable. Por ejemplo los rasgos de asumir riesgos y potencialidad homicidas son muy apreciados en las fuerzas de seguridad sobre todo aquellas que están destinadas a confrontar con asesinos urbanos o profesionales. Un poeta moriría en el primer enfrentamiento. Estos mismos rasgos son apreciados en los cirujanos (quitaré, para mi propia tranquilidad ante una posible operación, la potencialidad homicida en estos colegas).
Aprovechamiento social del psicópata
Dr. Hugo Marietán
Dr. Hugo Marietán
Si lo he entendido bien, es el perfil de aquell@s que primero crean el antídoto y después el veneno. ¿Como el PP?
ResponderEliminarEstoy que lo tiro hoy señora.
ResponderEliminarTuve una vez un compañero de trabajo que era especialista en crear problemas, para luego resolverlos, y colgarse una medalla ante el jefe, sobre todo problemas informáticos con determinado programa que él conocía al dedillo y los demás no.
¿Saben lo que le pasó al final?.
Lo despidierón por pasar demasiado tiempo ante el ordenador. Qué cosas.
Feliz Semana Santa, panda de Herejes.
Badil, querida, vaya prenda que me trae. Me he metido en la página del doctor Marietán (psiquiatra argentino, je) y donde se pone en plan Elena Francis (Carta comentada: primer encuentro con lo femenino, marzo 2008) he podido leer:
ResponderEliminar«Sin que ella se dé cuenta, y jamás se lo diga, anote su fecha de menstruación, el primer día, por lo general esto se repite cada 28 o 30 días. Y no es sólo por el tema del embarazo (use profiláctico, póngaselo antes de salir para la casa de ella), sino porque una semana antes ellas tienen “esos días” en que se vuelven un tanto raras y más incomprensibles y batalladoras, de lo habitual. Así que esta semana también debe estar agendada con anticipación. Le diré una frase que ellas odian escuchar de un varón: “estás así porque estás por menstruar”. No la diga. Sufra y calle».
Este hombre no es un doctor, es un pájaro. Se lo digo yo.
Oiga, que esa frase creo que si las fastidia bastante, yo estoy con Valdano en eso, es mejor decirles que están con la enfermedad mensual pasajera, por que si altera las hormonas,podémos considerar la menstruación como una enfermedad,como lo es una alergia primaveral, y si dura poco, es pasajera.
ResponderEliminarVale, a mi la mía me dió dos noches de sofá cuando lo dije, es por si le vale a ustedes.
Poooor paaartes!
ResponderEliminarYo creo que los del Pp crean el veneno y dicen que tienen el antídoto, que pa mí que no, que no lo tienen.
Sr. Arkab se que a buscado al doctor porque el nombre mola mogollón ¡a que sí! Que el tío no mole es otra cosa. El consultorio es pa mear y no echar gota,ya pondré alguna otra carta que lo flipas.
Y que a lo mejor no tiene ni pura idea porque 28 0 30 días al mes me tienen dicho que soy rara, batalladora e incompresible. Que a ver porque se va a levantar una con mejor gas con tanta tontería.que me remito a la ilustración del 10 de Marzo de Helter.¡Porque yo lo valgo!
A mí lo que me ha gustado es andar de revoltillo los extravagantes, los héroes,los líderes, los psicópatas, las fuerzas de orden y los cirujanos. Ya se sabe que a río revuelto ganancia de pecadores.
Sr. Trikki, yo santifico todas las fiestas las de guardar y las de gastar.Así me lo ensañaron desde que nací con el pecado original(hay que reconocer que sí es original nacer ya con pecado)
Venga Badil, haré mi buena obra del día cuan concejal chapero del PP que paga sus devaneos con dinero público, y le adjunto aquí el programa de festejos de un pueblo cercano, que sé que lo está deseando.
ResponderEliminarNo se pierda por favor el final del programa, lo que harán los alegres cofrades el Domingo de resurrección.
Por cierto, si siente curiosidad malsana, mire quién manda en este Ayuntamiento.
http://www.benetusser.net/semana_santa_benetusser_2008-2.php.
Oño, que palabra más rara me ha tocao, zhgklrsr.
Mi curiosidad es grande y tiene todas las vacunas puestas. Y de alcaldes no le tengo yo envidia a ninguno. A ver ¿qué población pude aportar tener un alcalde exministrobicéfalo? (¿Le dolería la cabeza dos veces?, bueno o tres que su mujer es pianista y ensayará. Mira, a él tampoco le envidio)
ResponderEliminarUn fiestazo de la muerte,en el sitio que comenta, y lo del reparto de caramelos, interesante.
(¡podría concretar los caramelos de qué son? ¿seguro que no son de colores y los reparten antes?)