sábado, 5 de abril de 2008

Don Luis

Una jirafa, pero otra ("Animani" de Mariotti)
Don Luis , fiel a sus raices en USA 1940,con su mujer Jeanne Rucar y su hijo Juan Luis


Una jirafa es el nombre de un proyecto artístico que Luis Buñuel preparó en Francia en 1933 cuando pertenecía el grupo surrealista, para una fiesta que dieron los vizcondes de Noailles. Pues a pesar de semejante postín al acabar la fiesta alguien mangó la jirafa así que sólo quedan los escritos que dejó Buñuel y que fueron publicados en la revista "Le Surréalisme au Service de la Révolution".
El proyecto, encargado a Buñuel por André Breton consistía en una jirafa de madera de tamaño natural diseñada por Alberto Giacometti. Cada una de las 20 manchas de la jirafa podía abrirse por medio de una bisagra. Y en su interior había "juegos" y ya me hubiera gustado ver la cara de más de un jeta set de esos al abrir la portezuela. Purita y noble mala baba.
Por cierto, verán que toca todos los temas que interesan a los lectores de este blog . Es que era un enviado.

Las manchas
Primera mancha
Había un mecanismo similar al de un reloj. En el centro de encontraba una hélice y despedía un fuerte olor a cadáver. Poco después se tomaba un álbum que se encontraba en el suelo donde había una serie de fotos de las viejas ciudades castellanas, entre ellas Toledo.
Segunda mancha
Debía abrirse a mediodía y en ella se hallaba un ojo de vaca con párpados y pestañas donde se reflejaba la imagen del espectador. El párpado caía y ponía fin a la contemplación.
Tercera mancha
En ella se encontraban las siguientes palabras: "Américo Castro"; con ellas se podían realizar las combinaciones que se desearan.
Cuarta mancha
Había una reja por la cual se escuchaba una orquesta de cien músicos interpretando la obertura de "Los maestros cantores de Nurembergg", de Wagner
Quinta mancha
Al abrirla caían dos bolas de billar y en su interior había un pergamino enrollado con un poema: "A Ricardo Corazón de León".
Sexta mancha
A través de un agujero se podía contemplar un paisaje, a diez metros la madre de Buñuel lavando la ropa y detrás unas vacas.
Séptima mancha
Una simple arpillería de un saco manchado de yeso.
Octava mancha
Había pelos del pubis de una adolescente danesa que el espectador debía soplar suavemente.
Novena mancha
En lugar de la mancha había una mariposa con una calavera en el abdomen.
Décima mancha
Había una masa de pan que el espectador debía amasar, el espectador se cortaría las manos con cuchillas de afeitar disimuladas.
Undécima mancha
¿? Aquí no aparece nada, no se si es así como debería ser o un errata del texto que copio
Duodécima mancha
Aparecía una imagen de Cristo coronado de espinas y sonriendo.
Decimotercera mancha
Había una flor fabricada con peladuras de manzana. Al siguiente día se pudriría y poco después aparecerían gusanos.
Decimocuarta mancha
Se podía escuchar un diálogo surrealista entre un hombre y una mujer.
Decimoquinta mancha
Por la mancha salía humo blanco seguida de un ruido de una explosión lejana.
Decimosexta mancha
Al abrirse la mancha, a dos metros de distancia se verá una Anunciación de Fra Angélico, con la cara de la virgen ensuciada de excrementos y con una inscripción: "Abajo la madre del turco".
Decimoséptima mancha
Al abrirse un chorro de vapor surgiría de la mancha y cegaría al espectador.
Decimoctava mancha
Al abrirse caían ciertos objetos: agujas, hilo, dedal tela cerillas, etc. Esta mancha simbolizaba la muerte.
Decimonovena mancha
Una maqueta del Sahara con cien mil maristas de cera. El calor que desprende un foco les hará derretirse.
Vigésima mancha
En ella había unos bustos de terracota de unos pocos centímetros con dientes de marfil.
Otro día les cuento cosas que decía este señor , que lo de hoy es largo y no les tengo acostumbrados.

4 comentarios:

  1. Badil, he buscado sobre el contenido de la undécima mancha y nada, no encuentro respuesta. Sí una descripción más completa de la mancha decimosexta:

    «En la decimosexta, al abrir la mancha, se ve a dos o tres metros de distancia una Anunciación de Fra Angélico, muy bien encuadrada e iluminada, pero en un estado lamentable: desgarrada a cuchilladas, embadurnada con brea, la cara de la Virgen cuidadosamente ensuciada con excrementos, los ojos reventados con agujas y en el cielo una inscripción con letras muy toscas: "Abajo la madre del turco".

    El texto completo se puede leer en el libro
    «Une Girafe. Escritos de Luis Buñuel». de M. López Villegas. ed. Instituto de Estudios Turolenses, 2000, p. 123.

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  2. Pues así es mucho más completa la imagen. Ya lo creo. Muchas gracias D. Harry.

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