Santa Águeda vino al mundo allá por el año 230 en Sicilia. Aunque sus padres, un encanto la verdad, la destinaron desde sus primeros años al servicio del Señor (o la metieron en un internado de monjas, o a limpiar retretes, vaya) otro señor , Quinciano, el gobernador romano de la isla, estaba más por ella : Mía , mía.
La encerró durante un mes en casa de una mujer llamada Afrodisia, que tenía cinco hijas, como cinco botijas llenas de lascivia, comprometidas en la misión de rendir la virginidad de la muchacha al tirano.
( Reflexión. No te ha hecho duelo ponerle a un hijo Quinciano, tú que lo quieres, o Afrodisia a tu hija y ahora ¿te vas a extrañar de que te salgan maligno o lúbrica? Un poquico de talento. ). Bueno, que íbamos con lo de la virginidad parriba y pabajo. Se pone el Quinciano:
- ¡Apostata!
- ¡Tu madre!
- Yastamos ¡Que apostates!
- ¡Que no!
- ¡Mira que te torturo!
- ¡Que con mi señor nada me falta!, decía Águeda con firmeza y alegría.
Lo que le faltaba al Quinci.
Enfurecido ordenó que le apretaran los pechos fuerte, fuerte... como para una mamografía.., pero más fuerte, para coger bien de tajada y que se los cortaran.
No contento con ésto la encerró en una mazmorra sin atención médica y sin comida. Por Dios con el hambre que debe dar que te corten los pechos. Que vil.
Fue confortada por el auxilio del señor y milagrosamente curada (desconozco si le crecieron otros pechos, en cuyo caso, si tan poco le cuesta podía hacer más milagros de esta modalidad), lo que encorajinó terriblemente a Quinciano que mandó que ,desnuda - que la ropa deja muy mal bouquet- la pusieran en la brasa para una vez bien turrada devolverla al calabozo.
A Dios en aquel momento, una vez muerta, no le venía bien arreglar lo del torrezno y decidió llevársela a su corte celestial. Luego ya , como tiene que bajar igual para lo del apocalipsis, aprovechará el viaje y recogerá sus restos con todos los demás . Lo de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy no lo dijo Dios , por eso ni está en los mandamientos ni es sagrado. Que se sepa.
Cuando la santa expiró cesaron los terremotos y la erupcion étnica (del monte Etna, no de las fobias racistas más de la era Berlusconi) que mientras tanto estaban asolando Sicilia. Es que el altísimo se estaba entreteniendo mientras churruscaban a la mártir, que le ponen las pelis de catástrofes naturales.. a lo grande. Entiéndelo...., hija.... Es que la tortura...es como todo . Vista una , vistas todas.
El 5 de Febrero , mientras se piden a la santa fecundidad y buenos partos se celebra este sucedido con dos rituales perfectamente compatibles:
Ritual nº 1.- Comiendo una
teta Ritual nº 2.- Un día de tocar poder en femenino. Pero no poder político , ni económico, no, no.... Poder del de verdad , del que hace temblar los cimientos de la civilización, poder hacer el gilipollas.
¿Que parece que más que a Águeda festejamos a Afrodisia?. Si.... , ya puede ser, ya. Pero además de pedir , acordarse que hay que ir con el mazo dando.
No olvidar la protección.