

DIARIO DE ZARAGOZA
DEL SABADO 11 DE MARZO
De 1797.
Sale el Sol à las 6. H. 11. m.
Se pone à las 5. H. 49. m.
Señor Diarista: Muy Señor mio. Valgame Dios, y que de palos ha dado Vm. en los dias 3,4, 5, y 6 de este mes: sobre que no ha dejado Vm. hueso sano à ningun pobrete, yo creo ( y que Dios me perdone el falso testimonio que lebanto, si es malicia mia) que Vm. se ha querido anticipar à las muchas picardias que le han de decir à Vm. en estos dias: y hablemos claro Señor mio, en parte tendrán razon: porque dònde vamos à parar con tanta censura, y tanta cuchillada como ha dado Vm.? Por tanto, si à Vm. le llaman perro moro, no debe enfadarse, porque por boca amarga no escupe dulce; al que le duele le duele; y donde las dan las toman; y váyanse las crudas con las maduras; y pues se lo quiso que se lo llebe, y paciencia, chitòn, y buen coleto, venga porrazo, y tente perro, lo demàs serà locura, y no hay hombre para dos dias.
Digo pues, Señor Diarista, que a mi tambien me han alcanzado los tales garrotazos: he llevado sendos de ellos, bien que rebozados con un poco de su elògio; y ha sido fortuna porque de lo contrario soy tan sentido, que me hubiese muerto el pesar, y quedaba mi muger viuda, mis hijos sin padre, la Ciudad sin un Poeta, Vm. con un Corresponsal menos, y el Pùblico sin esta Carta; y asi sirvase en lo sucesivo no ser tan acre, y mal acontentadizo, tome Vm. lo que le dan sea bueno , ò malo, y calle; que a Cavallo regalado no se le mira el pelo, y Saya dada nunca es corta, y màs hace quien dà a quien recibe, y quien toma, y gruñe merece que le aúllen. Pero vamos al asunto, que ya parece que me olvidava de ello. Le parece à Vm. si es justo, que habiéndole el Pùblico remitido sus tales quales poesias, se las vaya Vm. à tildar sin mas ni mas; y sin considerar, que le es à un hombre menos sensible que le saquen los ojos, que no que le toquen unos versos hijos legitimos de su caletre; y por otra parte dònde Diablos ha aprendido Vm. ese nuevo modo de dar las gracias por los regalos que le hacen? Mire Vm. no lo lleve Vm. à mal , pero voy a decirle lisa, y llanamente lo que juzgo. Es Vm. un hombre sin conciencia , porque à tenerla ¿còmo era posible que hiciese Vm. lo que ha hecho?
Otra friolera tengo que decir a Vm. ¿còmo habiendo Vm publicado las tales Piezas se nos viene después diciendo: que si son , ò no buenas, ò malas, que si tienen , ò no lenguaje, y si son frios, ò calientes. Vm. no està en lo que celebra, porque à estarlo ¿còmo habia de cometer tales contradicciones? Porque à què fin incluyò Vm. en su Periódico cosas menos buenas, o del todo malas?. Le parece à Vm. que los Subscriptores à su Diario son gentes de tan buen diente que todo lo convierten en substancia; nada menos hay de ellos que tienen las peores tragaderas que puede imaginarse . Pero basta ya de Carta; porque es tarde, y aun no he cenado, y mañana tengo que madrugar. Vm. debe publicar estas cosillas que le digo, y si asi lo hace, haga Vm. cuenta que publica las quejas y reparos de todo el Pùblico. Agur Señor Diarista. B.L.M. de Vm.
El Reparon