Ya en 1859, Charles Darwin se dio cuenta de la importancia de las preferencias de las hembras en la evolución de las especies. Alexis Chaine y Bruce Lyon( nótese que han hecho falta por lo menos dos científicos ) han visto que, en algunos casos, las preferencias de las hembras varían con los años , pero no con los años de las hembras, sino que cada x temporadas la elección de las hembras cambia.
Para llegar a estas conclusiones, estudiaron de cerca al Gorrión cañero (Calamospiza melanocorys) que es una elección bien acertada porque si vas a estar estudia que te estudia rato y rato , pues por lo menos que tenga algo de marchica. No va a estar la ciencia reñida con la ludopatía. Sorprendentemente vieron que para aparearse, unas temporadas eran elegidos los machos que tenían la banda más grande y otras temporadas los que tenían una banda más pequeña. Aquí llamamos banda a una franja de color, no a una panda de macarras.
Para colmo, algunos años era más fácil encontrar pareja si el pico era más grande.
Los investigadores piensan que la elección de la hembra depende de las circunstancias especiales de cada año. Así, si por ejemplo un año hay escasez de alimentos, intentarían elegir machos que encuentran comida con facilidad. Y si un año hubiera muchos predadores, esa temporada preferirían como compañero a uno que sepa defenderse bien.
Estos "cambios de opinión femeninos" le restarían fuerza a la selección sexual. Al no ser una decisión constante a lo largo de los años, ninguna característica parece estar claramente favorecida por la selección de de las hembras.
La verdad es que para ahorrar nos podrían haber preguntado a una sola de nosotras que se lo habríamos dicho : este año se llevan los hombres sin cintura. Y ya está. Gratis.
Cualquier excusa es buena para andar tiraos por el cesped