¡Que catástrofe!

Señora madre de la Srta. Lupe Vélez:

Desolada me pongo en contacto con usted para aclararle ciertas informaciones que corren de boca e boca y de las que su humilde servidora no es responsable. Que yo no he dicho ni he dejado decir nada sobre si usted ha sido cantante de Ópera o prostituta, que en mi humilde condición de criada , no suelo ser invitada ni a un sitio ni a otro.

Tampoco salió de mi boca queja alguna cuando su hija,que Dios tenga en su gloria, se casó con el Tarzán, que no hubo paz ya en la casa con semejantes alaridos. No sabía una nunca si estaban de ensayo , de bronca o a sus cosas...

Y que tampoco he bautizado yo a su hija con eso de la bomba mejicana o la explosiva mejicana, aunque no me faltarían motivos, que a servidora es a la única que le ha reventao.

Que pase que se quiera suicidar, que no soy yo quién dirá si tiene o no razones con la de amantes que ha tenido, total por un mindundi, pero si se va a suicidar ¿a qué monta una fiesta?. Se nota que ustedes no deben tener sabañones de fregar...

Que se hiciera una cama de olorosos nardos y gardenias con la que iba a liar luego ....Que se depilara chorrete en forma de corazón.....

Pero después de la tortilla de seconal , cuando le dieron las arcadas va y se levanta a vomitar.¿Qué pasa?¿Que cuando me duelen las tripas me olvido de que me he suicidao?.....¡Válgame la Virgen de los ojos grandes que cuadro!. Me vomitó por toda la habitación

se resbaló con lo derramado, se pegó un guarrazo contra la taza del water y se ahogó allí bebiendo agua sucia. Y como ha quedao el vestido de lamé..... Yo no se que educación le dan ustedes a sus hijas pero esta servidora por la presente le comunica su deseo de cesar en el servicio de su familia. Mientras recibo su respuesta me voy a limpiar el gazpacho que graciosamente me dejó la srta. Lupe.

Por cierto..., que la acompaño en el sentimiento.

Su humilde servidora

Maria Emilia