En sus años de miliciana y poco antes de su muerte
salida de la carcel
ROSARIO, DINAMITERA
por Miguel Hernández
Rosario, dinamitera,
sobre tu mano bonita
celaba la dinamita
sus atributos de fiera.
Nadie al mirarla creyera
que había en su corazón
una desesperación,
de cristales, de metralla
ansiosa de una batalla,
sedienta de una explosión.
capaz de fundir leones,
la flor de las municiones
y el anhelo de la mecha.
Rosario, buena cosecha,
alta como un campanario
sembrabas al adversario
de dinamita furiosa
y era tu mano una rosa
enfurecida, Rosario.
Buitrago ha sido testigo
de la condición de rayo
de las hazañas que callo
y de la mano que digo.
¡Bien conoció el enemigo
la mano de esta doncella,
que hoy no es mano
porque de ella,
que ni un solo dedo agita,
se prendó la dinamita
y la convirtió en estrella!
Rosario, dinamitera,
puedes ser varón y eres
la nata de las mujeres,
la espuma de la trinchera.
Digna como una bandera de
triunfos y resplandores,
dinamiteros pastores,
vedla agitando su aliento
y dad las bombas al viento
del alma de los traidores.
http://www.memoriahistorica.org/modules.php?name=News&file=article&sid=596
Todavía cabreada con los del alzamiento
Qué cosa más grande, Badil del alma mía. Memociono.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Yo aún diría más. Muchas gracias infinitas.
ResponderEliminarJo, lo que tiene llegar tarde. Y ahora qué digo. Memociono infinitisimamente.
ResponderEliminarLa emoción es mía, bueno... lo suyo es que la compartamos.
ResponderEliminarOiga Badil, que yo paso de emocionarme
ResponderEliminarBueno, vale, un poquito si eso.