lunes, 10 de noviembre de 2008

He visto cosas que vosotros no creeríais

Lo conocí en un viaje por un vaso sanguíneo: era un hermoso glóbulo blanco en busca de una herida o una célula dañada. Iba a gran velocidad.
Surcamos el mar de la membrana celular codo con codo con las balsas que portaban grupos de proteínas y serpenteamos entre las cascadas de microtúbulos.
Algunos de ellos llevaban a sus espaldas glóbulos lipídicos . Grandes como mundos sostenidos por Atlas, buscaban su destino mientras las células de ARN salían disparadas por los poros para dibujar bucles.
Mientras, los ribosomas flotaban por el retículo endoplasmático,
En ese momento las integrinas se pusieron en pie y, sin saber muy bien como, me encontré de nuevo en el torrente sanguineo.
Mi glóbulo blanco se aplanó y pasando entre dos células de la pared, desapareció de mi vista.
No he vuelto a saber de él . Pero se que ese mundo tan esdrújulo existe.
Porque tengo las pruebas.

Para verlo en alta definición

3 comentarios:

  1. Oiga ¿ese señor con paticas que lleva un pelotón que parece un glóbulo lipídico quién es, que anda muy gracioso?

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  2. Un microtúbulo que transporta un glóbulo lipídico. De los microTúbulos de toda la vida.

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  3. Ay, pues qué majos son los microtúbulos. ¿Y esa es la musiqueta que suena todo el rato en nuestro interior o ponen otras piezas? No sabe usted lo que me ha gustado su entrada, ando todo el rato vista paquí vista pallá en el vídeo de alta definición. Madre qué bueno todo.

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Alguien tiene la última palabra?